El vital de la energía sexual está reprimido por patrones de creencias que instalados en el programa genético condicionan el fluir con normalidad de la energía sexual.
La actividad sexual esta ligada a la comunicación energética, pero esta comunicación va más allá de la comunicación con otros, sino la comunicación de los estímulos vitales, es decir con nosotros mismos.
El proceso lumínico aporta a la sexualidad el verdadero poder de esta actividad energética.
Esta información anclada en el cuerpo energético lleva a la sexualidad al proceso de unidad total.
Liberación de la represión sexual aceptando la capacidad de elegir con libertad. Aceptación de nuestra energía sexual convirtiéndola en verdadero entusiasmo, vitalidad y alegría de vivir. Todo tipo de trastornos sexuales de comportamiento y adictivos, como también impotencia, frigidez, trastornos de la próstata, trastornos del aparato reproductor masculino y femenino.
